Desde muy pequeña ha estado en constante contacto con el deporte, y un gusto muy especial por el baile y la música como una forma de expresión y liberación. A lo largo de su vida exploró distintas metodologías de entrenamiento, hasta que, por casualidad, llegó al único estudio de barré que existía entonces en Bogotá.
Se enamoró de la técnica y la incorporó como parte esencial de su rutina, encontrando en ella la combinación perfecta entre fortaleza física, consciencia, presencia y trabajo mental. Consciente del impacto transformador que el barré puede generar en las personas, en 2022 decidió llevar su práctica a un nuevo nivel y convertirse en coach.
Su formación, dedicación y pasión por enseñar la han llevado a convertir el barré no solo en su propósito, sino en un espacio para construir comunidad, promover la consciencia corporal y mental, y generar empoderamiento y bienestar integral.

